sábado, 23 de octubre de 2010

Raro e inexplicable...


A menudo suelo decir “cuándo se conoce a alguien sin siquiera tener la mínima intención de intercambiar palabras, esa persona será importantísima en la vida de uno, por esa persona vale la pena luchar, aprender a soñar, compartir, reír, llorar, preocuparse, pero sobretodo valorar y querer”, da la coincidencia que fue así que nos conocimos, yo no esperaba conocer a nadie ese día, no tenía la intención de hablar con gente desconocida, es más ni siquiera hablaba, a decir verdad me importaba poco relacionarme con las personas.

Retrocedamos un poquito el tiempo. Recuerdo claramente, era un martes de fin de mes, marzo del 2008, aproximadamente 5.30, quizás unos minutos más, ahora eso es lo de menos. Estabas parada en las escaleras de talleres, justo ahí, donde ahora es el punto de encuentro a la hora de salida de clases o algún otro momento del día, en tu rostro se reflejaba el gesto serio que te caracteriza y que atemoriza o intimida a quienes no te conocen, una de esas fui yo, sin embargo, quién nos presentó me decía “no le tengas miedo, es linda, solo tiene cara de seria, pero es super buena gente”, mientras caminaba hacia ti, en mi mente pensaba, “voy o no voy, voy o no voy”, se acortó la distancia y ya nos estaban presentando. “Andreita. Adriana. Adriana. Andreita”. Ambas nos miramos y solo dijimos “hola”. Yo seguí escuchando música y tú esperando el toque del timbre para entrar a clase. Raro, no?

Los días fueron pasando, teníamos el mismo grupo de amigos, quizás conservemos algunas amistades y hayamos conocido otras buenas amigas; nos veíamos a diario a la salida de clases, pero nosotras solo nos saludábamos y a pesar de tenernos en msn, ni siquiera por ahí hablábamos. Más raro aún, no?

No recuerdo cuál fue la primera conversación duradera que tuvimos, no recuerdo la fecha exacta, la hora, ni el lugar o el medio por el cual nació nuestra amistad. Será ese no recordar el inicio de los dos años y medio que nos conocemos? Será que desde aquel lapso desapercibido empezamos a compartir todos los momentos lindos, tristes, alegres, únicos, chipis, caminatas, risas, lágrimas, cafés, helados, almuerzos, creación y designación de cargos de un país, paseos en moto, fotos, abrazos desprevenidos, te quiero, te extraño, pasar de ser amigas a ser hermanas, compartir sueños y planes a futuro, donde nos incluimos porque, personalmente, no podría pasar mucho tiempo sin saber de ti ni verte.

Avancemos en el tiempo y volvamos a días actuales. Octubre de 2010. Nuestra comunicación ya no es de un simple hola, podemos pasar horas hablando, encontrar algún tema de conversación o simplemente inventar uno, que nazca de alguna palabra con o sin sentido, algún recuerdo, un juego o una burla.

Si recuerdo que uno de las primeras conversaciones que tuvimos, hablamos sobre el miedo. No lo niego, soy una persona muy miedosa. Le temo a la oscuridad, a las películas de terror, a los perros, a las cucarachas, a los ruidos extraños, pero mi mayor o uno de mis mayores miedos es querer a alguien, encariñarme, pero sobretodo aferrarme a esa persona y sentir que en algún momento se pueda ir de mi lado, que tendré que empezar desde cero, que volveré a mi caparazón para intentar huir de la tristeza, que tendré que desacostumbrarme a querer. Ahora, luego de muchas conversaciones que hemos tenido, de diversos temas hablados, puedo decirte, he superado muchos de mis miedos, pero aún al que le temo tanto está presente, mi mayor miedo es perder a quien quiero.

Esta historia no tiene todos los momentos que hemos pasado. Pero sé que muchos de ellos son tan raros e inexplicables. Para mí la rareza de las circunstancias son lo mejor, porque no esperas un inicio ni el desenlace de lo que está pasando. Nuestra amistad cataloguémosla así, como rara, porque empezó con magia, por una indecisión, por la espera del sonido de un timbre y el comienzo de una clase y ahora ninguna de las dos espera un desenlace.

Andreita, para mí eres la hermana mayor que no tengo, a la que le pido un consejo y me lo da, con la que puedo reír y llorar en tus brazos, con quien puedo caminar sin rumbo y no tener miedo de dónde me dirija, a la que le cuento todo, las alegrías, penas, miedos, temores, con la que comparto los mejores y peores días, la que me enseña que en los pequeños detalles y simples gestos está la felicidad, eres con quien comparto mis sueños, mis anhelos, así ambas sepamos que muchos de ellos quizás no los llegue a cumplir, pero no me quitas esa ilusión y es más, me apoyas, eres mi apoyo, mi complemento en muchas cosas, mi amiga y mi hermana.

Gracias por enseñarme a querer, soñar, a reír, llorar, a dar abrazos desprevenidos, compartir, a aprender a luchar por quienes quiero y lo valen, por una amistad sincera, rara e inexplicable, pero sobretodo por dejar que te quiera.

Te quiero muchones, hermanita!

martes, 12 de octubre de 2010

domingo, 26 de septiembre de 2010

El destino decidió una vez más...



Empiezo a escribir sin ánimos, sin embargo siento la necesidad de escribir y de cierta manera desahogarme, tengo la cabeza en algún lado, con la dirección perdida hace ya varios días y con el corazón o el alma llena de sentimientos encontrados, donde las personas dicen que se albergan y cobijan los sentimientos más fuertes que las personas podamos tener.

Estará demás intentar retroceder los días, las horas, los segundos y recordar los buenos tiempos? Es suicida pasar gran parte del día pensándote? Es tan absurdo que escuche las canciones, que las letras lleven mi mente hacia dónde estás y en mis sueños esperar encontrarte, pues es ahí donde podemos vernos, conversar, abrazarnos y querernos con libertad y sin miedos? Para todas mis preguntas habrán respuestas? Esas respuestas serán favorables? Algún día saldrá el sol y calentará mi pequeño corazón?

Suelo sospechar que los días seguirán pasando, que tomarán el rumbo que tengan que seguir o que por tradición o algún otro tonto prejuicio seguirán. No sé si esté o estuve equivocada, si fui tonta y no descubrí la señal que tenía frente a mí. Qué más da ahora si digo o grito que te quise tanto, es difícil de explicar todo lo que pasó y está pasando, pero ahora mi tristeza y soledad acarician cada rincón de mi ser.

He decidido fingir que no me afecta la soledad, que no me importas, inventaré una historia que me quite el dolor y me comportaré como que todo empezó con un sueño y terminó en pesadilla, dónde a la mañana siguiente despertaré y borraré de mi memoria los malos ratos, para quedarme con tus abrazos.

Sin embargo, en mis planes no estaba pensado quererte, ocurre que ahora que no estás conmigo te extraño más, sucede que te quiero abrazar, no soltarte, decirte al oído y mirándote a los ojos, luego de aprender a sostener mi mirada en la tuya, que te quiero y que te extraño como siempre, pero ya no estás aquí.
Hay veces que quisiera alejarme y que mi mente no vuelva a ti, p
ero es complicado. A diario o en los momentos que suelo recordarte le explico a mi corazón que el gozo que lo embargaba se esfumó, que ya no está quién lo hinchaba llenándolo de alegrías, que a los días buenos, coloridos y felices una tormenta le iba anunciando un desenlace triste y pintado de grises, que a tan solo horas de lo que pudo ser un mes no te puedo olvidar y que a pesar de todo no sé luchar y tengo que terminar diciéndole y convenciéndolo que a la historia llena de magia e ilusión le pusieron punto final.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Veintisiete...

Ahora camino y voy apurando el tiempo, esperando que los minutos, horas y que los días pasen rápidamente.

Intentadoy buscando la manera de evitar que una tontería nos separe, que la historia sin fin, no se vuelva a repetir y me duele aceptar que es muy complicado que la suerte se ponga a nuestro favor. Ayer reconocimos el miedo en nuestras miradas, entre lágrimas, fuertes abrazos y palabras que antes no había pronunciado, el miedo y temor invadieron mi ser. Las dudas intentan acaparar mi atención.

Sé que a cada minuto te volveré a extrañar y desde que te ví, supe que eras especial.

Tú eres la ilusión que atrapó mi corazón, cambiaron mis ideas, pensamientos y planes y mi mente vuelve a buscarte.

Alteras mis sentidos como se te da la gana, aceleras el ritmo de mis emociones y pones al reves mi mundo.

Los días por ahora se han tornado grises y nublan mi felicidad. Las dudas juegan un papel determinante en mi y las lágrimas solo revelan la impotencia que tengo.

La historia es mágica, rodeada de un mundo de ilusiones, donde se puede soñar e intentar que los sueños se conviertan en realidad.

Dejar pasar el tiempo, por ahora, es la solución recomendable y luchar para que el miedo se aleje de mi mente y que en ella solo estes tú.

miércoles, 28 de julio de 2010

Solo faltas tú..

Quisiera no extrañarte ni sentir todo el cariño que te tengo,
Pero es inevitable no quererte,
Me miras y me derrito, sonríes y sé que te quiero.
Yo siento que te quiero, pero solo faltas tú.

El tiempo pasa y me doy cuenta que no soy nada sin ti,
Que a pesar de haber dicho y re jurado que te olvidé,
La verdad es otra.

Solo faltas tú y nada más que tú,
Tú que me haces feliz, me haces sonreír con tan solo una palabra,
Me haces sentir que no importa nada más si puedo quererte como hace años pude.
Solo faltas tú en este corazón vacío que te grita quiéreme,
Por favor quiéreme.

lunes, 12 de julio de 2010

Antes y ahora, muy similar...



Será verdad eso que dicen, que siempre tenemos algún tema pendiente?

Será cierto que es mejor terminar ese tema, a pesar que las respuestas sean adversas a lo que quisimos desde el momento en que decidimos dejar pasar el tiempo?

No sé hasta qué punto sea bueno o malo remover sentimientos, pero como dicen algunos es algo que tarde o temprano teníamos que hacer.

Que el miedo me o nos embargue cuando estamos en esa situación, asumo que es normal, pues hay una posibilidad, grande, de perder a alguien que queremos.

El anhelar más tiempo como el ayer, es común en mí, al igual que querer regresar el tiempo y ponerle pausa cuando estaba feliz. Es imposible, lo sé, pero creo que el seguir deseándolo no se borrará de mi mente.

Olvidar? Es un dilema, pues creo que nunca olvidaremos a alguien que fue y es importante, que quise, quisimos y aún queremos. Simplemente, pienso, los sentimientos cambiarán, serán menos intensos, pero llegará el día en el que nos topemos frente a frente y sé que sentiré la misma emoción que sentía tiempo atrás, que sienta aquellas cosquillas o mariposas, como queramos llamarlo, en el estómago, la indescriptible emoción y felicidad al verte llegar.

Se puede controlar los pensamientos, pero no ocultar los sentimientos, pues son libres como el viento. He intentado ocultar la tristeza antes los demás, también he luchado para no salir de mi caparazón, es inevitable.

Podrías mirarme a los ojos, me conformo con poco, no tienes que decir nada, solo abrázame como aquellas veces en las que con o sin motivo lo hacías.

La espera, será interminable, prometí hacerlo y a pesar de no cumplir mis promesas, esta y otra más son las que hasta ahora cumplo y no se me ha pasado por la mente dejar de esperarte.

Decidí fingir que no me importas, fallé. Decidí inventar historias en mi memoria que me quitara el dolor y alguna manera para no extrañarte como hasta hoy lo hago, como supuse desde el principio no pude.

Esta noche o cualquiera que elijas te invito a ser feliz, comenzar desde el punto que quieras, alcanzar las estrellas y seguir con la amistad.

jueves, 8 de julio de 2010

Dale alegría a mi corazón..



Y dale alegria, alegria a mi corazón,
es lo unico que te pido, al menos hoy.
Y dale alegria, alegria a mi corazón,
afuera se iran la pena y el dolor.

Y YA VERÁS,
LAS SOMBRAS QUE AQUÍ ESTUVIERON NO ESTARÁN.
Y YA VERÁS,
BEBAMOS Y EMBORRACHEMOS LA CIUDAD.

Y dale alegria, alegria a mi corazòn,
es lo unico que te pido, al menos hoy.
Y dale alegria, alegria a mi corazón,
y que se enciendan las luces de este amor.

Y YA VERÁS
C�MO SE TRANSFORMA EL AIRE DEL LUGAR.
Y YA VER�S
QUE NO NECESITAREMOS NADA MÁS.

Y dale alegria, alegria a mi corazón,
que ayer no tuve un buen dia, por favor.
Y dale alegria, alegria a mi corazón,
que si me das alegria estoy mejor.

Y YA VERÁS,
LAS SOMBRAS QUE AQU� ESTUVIERON NO ESTAR�N.
Y YA VER�S
QUE NO NECESITAREMOS NADA MÁS.

Y dale alegria, alegria a mi corazón,
es lo unico que te pido al menos hoy.
Y dale alegria, alegria a mi corazón,
afuera se iran la pena y el dolor.

martes, 6 de julio de 2010

De mal humor desde las 9 a.m.

Es sabido por mis amigos, amigas, familiares, conocidos o todo aquel que sabe siquiera algo de mí, que detesto que me despierten o bueno, que lo hagan de una fea manera.

El día no ha amanecido bien. Eran las 9 de la mañana aproximadamente y empezó lo que hasta ahora es, un mal día.

La calma, tranquilidad y el silencio que reinaba en mi casa, se vio interrumpido por el sonido del timbre del teléfono y como es costumbre mía, cuando estoy durmiendo o dormitando no contesto al llamado. Sin embargo, hoy fue diferente.

Mis abuelitos no habían llegado de la casa de mis primos, pues todos los lunes van a dormir a la casa de ellos. Pensé que quizás serían ellos los que llamaban para decirme que se demorarían un poco más de lo habitual.

El teléfono sonaba una y otra vez, yo renegaba en sueños. Por fin, paró de sonar. Cuando me disponía a acomodarme para seguir durmiendo, volvió a sonar. Con cólera y renegando decidí contestar.

Con voz de dormida y molesta, estiré mi brazo, busqué el teléfono y levanté al auricular y para mi sorpresa no eran mis abuelitos, pues ese fue el motivo por el cual decidí contestar, era una amiga pidiéndome que la acompañe a recoger un encargo. Está demás decir que detesto que me despierten, pues me da dolor de cabeza, reniego y estoy de mal humor todo el día.

La conversación creo que ni llegó a los dos minutos. Solo quería colgar y seguir durmiendo. Claro, hay un pequeño detalle en todo esto. Luego que me despierto o me despiertan, no puedo volver a dormir, salvo que sea un pequeño el lapso el que estoy “despierta”.

Volví a acurrucarme, pues hace mucho frío, me envolví cual momia en mis frazadas y edredón, en los instantes que recuperaba mi sueño y sería feliz, pues no estaría de mal humor todo el día, volvió a sonar el teléfono. Todas las lisuras que conozco intentaban salir de mi boca y en mi mente las iba recopilando una a una dependiendo la intensidad, la primera letra con la que empieza la palabra o simplemente por orden de recuerdo.
Contesté, era Esteban, mi primo, mi mejor amigo, mi hermano y ahora la persona que más estaba odiando. Le dije “qué quieres, estaba durmiendo”, se rió y me respondió “Ajá, estabas durmiendo”. Lo odié aún más. Me pidió un favor, que por cólera en primera instancia le dije que no lo haría, luego mientras tomaba el desayuno, le mandé un mensaje de texto y le dije que está bien, lo acompañaría a comprar.

Mi desayuno no fue el mejor que haya podido tener. Mientras intentaba freír un huevo, me quemé con el aceite, no fue mucho, pero hizo que reniegue más de lo que ya estaba renegando. No había pan para comer, pensé en salir a comprar pan, en pijama claro, no pensaba cambiarme, pero preferí no salir, puesto que podría atropellarme algún carro, pues definitivamente, hoy no es mi día. Intenté leer el diario mientras tomaba mi leche, la verdad no pude hacerlo, pensaba en otro problemita que desde anoche tengo, sigo renegando.

Ya es mediodía, sigo en pijama, echada en mi cama, escuchando música de la lap top, dando vueltas por mí cuarto, subiendo y bajando las escaleras de mí casa, repitiéndome una y otra vez que tengo que ducharme, pues Esteban vendrá a la 1.

Sé que aún le quedan horas al día, que quizás pueda mejorar la mala mañana que he tenido, pero la verdad es que nadie quitará que haya estado renegando desde temprano, que me duela la cabeza y que esté sin ganas de nada, más que estar acurrucada en mi cama y retroceder el tiempo, que den las 9 de la mañana, el teléfono no suene y yo no me haya despertado.

viernes, 25 de junio de 2010

En un solo día..



Me cambiaste la vida.
Sentada en las escaleras de aquella universidad.
Hablando bajito y así cupudo flechandome.

Termina la tarde cada cual a su casa, yo me voy con tu cara pegada en el alma,
sin bien conocerte ya te comienzo a extrañar.

Tal parece que yo me acostumbré a ti en un solo día,
que te ando extrañando como si hace años te conocía,
tal parece que yo en un solo beso te entregué mi vida,
tal parece que el sentimiento no venció las reglas que habían.

Termina la tarde cada cual a su casa, yo me voy con tu cara pegada en el alma,
sin bien conocerte ya te comienzo a extrañar.
Tal parece que yo me acostumbré a ti en un solo día,
que te ando extrañando como si hace años te conocía,
tal parece que yo en un solo beso te entregué mi vida,
tal parece que el sentimiento no venció las reglas que habían.

Te quiero, es inevitable..

domingo, 20 de junio de 2010

Sutilmente...

E quando eu estiver triste
Simplesmente me abrace
Quando eu estiver louco
Subitamente se afaste
Quando eu estiver fogo
Suavemente se encaixe

E quando eu estiver triste
Simplesmente me abrace
E quando eu estiver louco
Subitamente se afaste
E quando eu estiver bobo
Sutilmente disfarce

Mas quando eu estiver morto
Suplico que não me mate, não
Dentro de ti, dentro de ti

Mesmo que o mundo acabe, enfim
Dentro de tudo que cabe em ti

E quando eu estiver triste
Simplesmente me abrace
E quando eu estiver louco
Subitamente se afaste
E quando eu estiver bobo
Sutilmente disfarce

Mas quando eu estiver morto
Suplico que não me mate, não
Dentro de ti, dentro de ti

Mesmo que o mundo acabe, enfim
Dentro de tudo que cabe em ti

Una linda canción en portugués, del grupo Skank.

La letra encaja en algún momento de nuestras vidas, cuando nos sentimos tristes, con alguna pena y nos basta el abrazo de un ser querido o de un amigo (a).
También, pide no ser olvidados ante algun problema que podamos tener, siempre habrá alguien a quién le importemos.


sábado, 12 de junio de 2010

Ahogar las penas en alcohol...

Lo habitual cuando nos sentimos mal es buscar que beber alcohol, perdón, no beber, embrigarnos y morir ahogados en alcohol. Admito, muchas veces lo hice.

El sábado pasado fue cumpleaños de mi primo, lo que no faltó en mi casa fue trago (mucho ron, mucha cerveza y muchos cigarros), yo tenía ganas de tomar, embriagarme y es ahí donde saltó la tan famosa frase "ahogar las penas en alcohol".
Cumplí el prometido. Aquella noche sabatina y madrugada del domingo familiar, terminé yendo a mi cuarto alrededor de las 5:30 am. la conciencia y los recuerdos, los dejé en algú lugar de mi casa, de mi sala.

Quizás se pregunten, ¿Penas?, ¿Está triste?, ¿Perdió algo o a alguien valioso?
Las tres preguntas son correctas. Estoy triste, aunque disfrace mi pena con alguna sonrisa mentirosa. Si perdí algo, no creo que sea tanto eso, pero sí, perdí a alguien muy importante para mi.

Entre las copas de ron, la ligera lluvia, canciones en inglés, conversaciones que quizás no tenían ningún sentido es ese momento y los "seco, seco, seco" que hacía con mi primo, las promesas tontas (que sé muy bien no cumpliré), el recordar bonitos y feos momentos, así como también los alegrías que he tenido y como podría faltar las frases típicas: "Yo te quiero", "Ese alcalde es un completo hij.. de p..", "La U es el mejor equipo, Alianza no es nada!" o "La economía es estable" y empezar a contar alguna historia o anécdota a todos los presentes y que solo mi primo sabe, solo podría significar algo, el alcohol ya estaba haciendo efecto, en mi cabeza y por mis venas corrían grandes cantidades de ron con gaseosa negra.

Como dije en párrafos arriba, logré lo que me había trazado, embriagarme y "olvidar mis penas" ahogada en alcohol. Y a pesar del terrible dolor de cabeza que tuve a las siguientes horas, volvería a recurrir a la forma tradicional de "olvidar".

Estación Final...

Estación Final, es una obra que relata las atrocidades e injusticias humanas que se cometieron en la Segunda Guerra Mundail en todo el mundo.

El contexto histórico peruano en el que se desarrolla la obra "Estación Final" es de la finalización de la Guerra del Pacífico, donde obviamente Perú estaba devastado, en crisis total, herido el todos los aspectos en que pueden herir a un país, intentado reponerse y construir nuevamente una ciudad limeña, en sí reconstruir todo el país, hasta los reconditos lugares donde fue dañado por los chilenos. El asumo de la presidencia de Perú a cargo de Oscar R. Benavides en 1933, las relaciones amicales entre Perú y Alemania no eran las mejores, la repercusión de estos inconvenientes se veía en los abusos y maltratos a los que ciudadanos peruanos estaban expuestos. Tal es el caso de la selección peruana que participaba en las Olimpiadas de Berlín en 1936 y retornó al país luego de abandonar la competencia por ser víctima del abuso de un árbitro FIFA. Perú ganó el partido 4 - 2 que jugó contra Austria, pero el árbitro exigió la realización de un nuevo partido. Perú no se presentó y abandonó la competencia.

Dos años después, 1938, el presidente Oscar R. Benavides, envía un telégrafo a Adolfo Hitler intentado que las relaciones entre ambos países mejoraran. Sin embargo meses después, en setiembre del mismo año, el canciller Carlos Concha envía un telegrama ordenando que se prohiban las inmigraciones judias al Perú. A este ordenamientos, el diputado Elías Cohen intervino y envió una carta al canciller Concha explicándole y exhortandole que desistiera de dicha prohibición. Cohen era descendiente de judíos. La carta no fue bien recibida por Concha y lejos de aceptar la petición de Cohen reprochó que sentirí verguenza de ser edscentiendo israelita. La situación se agravaría entre ambos países.

Lo que vendría años más tarde (1941 - 1942 - 1943 - 1944) fueron abusos contra la humanidad. Muertes innecesarias de mujeres y niños, descendientes peruanos o personas que vivieron en Perú y viajaran a Francia para una mejora rn su calidad de vida, tal es el caso de la familias Lindow y Levy, quienes fallecieron en el campo de internamiento de Drancy, donde fueron aniquilados bajo las torturas de las cámaras de gas y fusilamiento.
Lo que el autor del libro, Hugo Coya, nos quiere dar a conocer es la historia no contada sobre los abusos que se cometieron hacia peruanos, descendientes de peruanos y descendientes de judíos en la Segunda Guerra Mundial. Coya nos describe cómo los mandatarios de la época, Oscar Benavides (1933) y Prado Ugarteche (1939) no asumieron del todo su responsabilidad y no brindaron la seguridad ni respaldo necesario a los peruanos que murieron en otros países exhiliados, practicamente.
Aún en plano siglo XXI se percibe cierta indiferencia y rechazo a personas judías o descendientes de ellas, pero claro está, que este tipo de discriminación no solo es hacia estas personas, sino en todo tipo de discriminación. Han pasado muchos años de aquellos atropellos contra la humanidad, han pasado muchos presidentes, cancilleres, congresistas, mandatarios y demás en nuestro país, pero lo cierto es que no hemos cambiado la mentalidad ni actitud hacia determinado tipo de personas. Sería bueno que libros como "La Estación Final" se difundieran más, llegue a más personas y sobretodo niños para poder empezar el verdadero cambio, donde la sociedad no se rija por los reconres del pasado.

Chipi, chipi...



El maestro Charly García siempre nos salía con una locura nueva en sus presentaciones, sin embargo este post no es para hablar de una locura o quizás sí, puesto que esta canción, Chipi, chipi, es una de las mejores que he escuchado del argentino.

Chipi, chipi, personalmente, es el tipo de mezcla de la letra, música e intención del artista para llegar al oyente. Sin darle más vueltas al asunto, simplemente la canción me encanta, logra ponerme de muy buen humor.

Gracias, Charly!!!!

viernes, 11 de junio de 2010

Hace mucho tiempo...

Pensamientos recurrentes y sentimientos n muy frecuentes,
cosas pensadas y a la vez calladas.

Aprendiendo a no tener miedo a un sentimiento nuevo,
por que quiero a ese sentimiento hasta en el pensamiento.

Algo de inocencia mezclada con novedad,
un poco de temor que se esfuma con la alegría.

Dicen que hay miles de maneras para expresar esto que siento,
tantas veces pensando como decir cosas que no dejo de sentir.

Solo necesito que me abras un poquito tu corazón
y entenderás que feliz sería cuando llegue el día
de poder expresar.. que te quiero.

Alguna vez fue par...

Te quise por demás, te acostumbré a tenerme a tu lado, creí cuando dijiste que cambiarías, quedé esperanzada en que ese día llegaría, pero no sucedió ni sucederá.

Ahora esconderé la pena frente a todos, volveré a introducirme en mi caparazón, practicaré una mirada de frialdad, inventaré un escudo para que no me lluevan los recuerdos.

Cerraré la puerta y espero no abrirla una vez más. Agacho la cabeza para que mis lágrimas se confundan con la lluvia. Camino de noche pensando en qué momento perdimos el rumbo, miro nuestras fotos y me digo: yo cambié, pero tú no.

Para que más palabras si no siempre hay que decir lo que está sucediendo. Pensar en lo que se pudo hacer, está de más. Pero aún sigo buscando motivos para sentir que respiro, mordiendo las uñas, ahogándome en llanto y extrañándote tanto.

Demoré en empezar a escribir la despedida. Demoré en darme cuenta que no hay solución. Demoré en aceptar que la amistad es de dos.

martes, 1 de junio de 2010

Invierno y las noches largas...

Hace mucho las cosas no eran igual. Hace bastante tiempo me dí cuenta que un esfuerzo más era en vano, pero ahí estaba de nuevo.
¿Nada que perder? ¿Volver a intentar? ¿Dejar todo igual? ¿Pasarlo por alto?
Son algunas de las preguntas que me rondan en la cabeza y me producen migraña.
Lo sé, por más que diga muchas veces no saldré corriendo por ti, lo haré.

En días de invierno, la noche se hace lenta, casi eterna, se siente el aire helado, húmedo, la luna alumbra y deslumbra mi vista, el cielo gris hace que te recuerde y aunque no lo quiera admitir, se me hacía más fácil cuando estabas aquí.

¿Podré superar la partida?, ¿Será mejor que las cosas sucedan así?, ¿Es verdad que no se olvida nunca a quién queriste?, ¿Te seguiré queriendo como ahora?,¿Me seguirás queriendo?
Son algunas otras preguntas que me hacen estallar la cabeza de dolor, peor aún si no sé la respuesta o quizás no quiera darme cuenta de esta.

Es verdad, así le diga a la gente que todo está bien, disimular que es fácil y que ya es un sentimiento antiguo, hay días en que solo quiero escuchar:

Dejemos las penas atrás, que juntos podemos soñar.

lunes, 24 de mayo de 2010

Te quiero, ya?...



Cuatro años es la diferencia de nuestras edades, pero no es impedimento para ser tan buenos amigos como lo somos tú y yo. De cuando empezó esta amistad no tenemos fecha exacta, podría ser 7 de octubre de 93 o cualquier otro día de algún año posterior.

Pasamos de ser primos-hermanos a ahijado-madrina, de ahijado-madrina a amigos y de amigos a mejores amigos. Compartimos interminables noches con algún trago que nos “ayudaba” a olvidar, coreado canciones a todo pulmón en las avenidas o esquinas sin importar lo que las personas nos decían, claro, el alcohol nos ayudó en esas circunstancias, reído por algún comentario tonto o simplemente porque hemos tenido ganas de reír, consolándonos por esa ilusión y hemos llorado por aquella madre que se nos fue.

Salir a caminar escuchando música, congelarnos de frío sentados en el malecón contándonos nuestros más íntimos secretos, salir a enseñarte a manejar bicicleta, tomar un café con un cigarro en mano hablando del problema que nos atormente la cabeza, ir a alguna discoteca o pub burlando la seguridad, pues eres menor de edad, saltar abrazados y cantar a los gritos una canción que nos guste o simplemente estar recostados en el mueble escuchando música y hablando de lo que nos ha pasado en los días que no nos hayamos visto, es confortante para nosotros, gratificante y hasta necesario, pues muchos días sin saber el uno del otro no lo soportamos.

Hay tantas anécdotas que tenemos para contar. Videos y fotos por mirar y estoy segura que recordaremos esos momentos en que aún niños ya nos queríamos como hasta ahora lo hacemos. Una que otra promesa que nos hemos hecho de ebrios, pero que la tenemos presente y pensamos cumplirla.

El último sábado salimos a Miraflores, como solemos hacerlo, a tomar un café. Estás con el cabello corto, nuevamente tienes el piercing en la lengua, vestías un jean oscuro, llevabas puestas las zapatillas de tu hermano (sí, una vez más), un polo verde petróleo y un blazer negro. No estuvimos mucho tiempo junto, pero aún así para ambos fue suficiente y el propósito de otra salida queda pendiente.

Sé que habrán más salidas para ambos, que podremos conversar como lo venimos haciendo, dejando la vergüenza de lado, que podremos contar el uno con el otro cuando más nos necesitemos, que seguiremos siendo los mejores amigos, que saldremos a caminar por calles desconocidas, guiándonos por nuestro instinto, cantaremos a viva voz en las madrugadas que estemos con alcohol en las venas, nos congelaremos de frío en el malecón viendo el atardecer y hablándole a la estrella más hermosa del cielo. Sé que también habrán muchas más conversaciones con lágrimas, abrazos y palabras de aliento. Ambos sabemos que nos tenemos el uno al otro, que el cariño que existe entre los dos no desaparecerá, todo lo contrario irá en aumento. Ambos sabemos que quizás esta carta, por llamarla así, no explica, cuenta ni demuestra todo lo que hemos vivido y viviremos juntos, que es poco, casi efímero con los 16 años que nos tenemos, pero sabemos los que realmente significamos para nosotros.

Ambos sabemos que nos queremos de acá al planeta más lejano del sistema solar, de ida y vuelta.

Porque te amo...



Tengo deseos de verte de nuevo,
tengo ganas de esperarte,
tener un motivo para una rosa,
quiero contarte mis cuentos,
palabras de amor regalarte.

Tengo ganas de extrañarte,
quiero reirme contigo,
hablar como niños,
tu boca ya quiero besar,
regalarte amor sincero..

domingo, 23 de mayo de 2010

Recuerdos de un martes...

Aquellas dulces palabras que dejé de escuchar. Aquellos soñados momentos que me hacían sentir cosquillas en el estómago.

Aquellas mañanas en las cuales mi sueño no importaba y despertaba con una ilusión que jamás pensé sentirla. Aquel nerviosismo que sentía cada vez que te tenía cerca, que hasta podría decirte siento hasta el día de hoy.

De todos esos lindos, tiernos, ilusionados y novedosos momentos y sentimientos solo quedan los recuerdos.

Todo en esos días era distinto a lo que es hoy. La confusión y el miedo estaban atados a mí, pero ese miedo de esfumaba tan solo de ver esos ojos que deslumbraron los míos desde el primer momento que cruzaste delante de mío.

Como una niña atemorizada que enmudece de ver tanta gente desconocida a su alrededor, así era cuando sentía tu presencia, tu aroma. Mi andar de un lado a otro sin sentido dejaba al descubierto mi nerviosismo y creo que no quedaba duda alguna cuando empezaba a temblar y no de frío.

Las tardes ventosas y el gris del cielo no importaban, eso y todo lo demás pasaba a un lugar irrelevante cuando estabas ahí. Si bien es cierto, las personas y su qué dirán me importaba mucho, pero a la vez, solo me importaba lo que me dijeras tú.
Las canciones de moda que hablaban de la ilusión de un primer amor, el solo día que bastó para quererte y extrañarte y la falta de voluntad para frenar un sentimiento que iba creciendo aceleradamente, me hacían soñar despierta y hasta en cierta forma me hacía sentir completa, con vida.

No he vuelto a escuchar aquellas dulces palabras, sé que no las volveré a escuchar, por lo menos de ti no. Aún siento cosquillas y ese nerviosismo extraño cuando te veo. Todavía voy de un lado a otro y enmudezco estás cerca y el temblar de mi cuerpo hace su aparición, dejando al descubierto una vez más mi nerviosismo por ti. Ahora es una lucha constante el despertarme temprano, una lucha que pierdo a diario. Las letras de las canciones cambiaron, la ilusión del primer amor, el día que bastó para quererte y mi falta de voluntad quedó en segundo lugar, dieron un paso al costado.

Por estos días te recuerdo en mi pereza por el día que empieza, te recuerdo por lo que hoy ya no vale nada, te recuerdo en los detalles, recuerdo tus ojos y tu mirada, tu aroma y sonrisa, hay veces que te encuentro caminando en mis sueños, recuerdo el sentimiento del que ya no soy dueña, pero te recuerdo sin vergüenza, pues dejaste en mi corazón la marca de tu amor en solo un segundo.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Caminar en invierno...

El frío se acentúa cada día más en Lima gris.
¿Porqué caminar escuchando música bajo las pequeñas y ligeras gotas de lluvia se vuelve recurrente por estas épocas del año?
¿Por qué mientras se camina por calles desconocidas las letras de las canciones, que oímos a diario, nos llevan a fechas pasadas y nos traen recuerdos?
El cielo gris, la luna que en ocasiones se asoma, el viento moviendo los cabellos, las gotas de lluvia cayendo insaciables y las canciones son el complemento perfecto y relajante.

Tengo que reconocer, el invierno es mi estación preferida.
Escribir a la luz de las tímidas estrellas que no saben si salir a alumbrarnos, sintiendo el viento y el frío por todo el cuerpo, buscando la inspiración en alguna parte del interminable cielo y escuchando música dependiendo el estado de ánimo es relajante para mi.

Caminé por calles desconocidas esta tarde, no tenía música que me acompañe ni gotas de lluvia, algunos bonitos recuerdos vinieron a mi mente, vi el cielo oscurecer poquito a poquito y me senté a escribir ideas vagas, ninguna concreta para escribirla, sin embargo terminé escribiendo, algo sin sentido quizás.

sábado, 8 de mayo de 2010

Besitos de colores...

domingo, 2 de mayo de 2010

Soledad...

Repito una canción que ciertamente no me ayuda en mi estado de ánimo.
Me encapsulo en mi mundo e intento huir de mis problemas optando por el camino erróneo.
Me alejo de personas que me importan y quiero, mi desgano por el día a día se nota a la distancia.

Nunca he sido cariñosa, lo he intentado sí, pero en mi afán de prosperar en ese sentido retrocedo y vuelvo a lo mismo de años, solo ser yo y no demostrar cuanto me importan. A veces pienso que sería mejor no decir te quiero o mejor aún no sentirlo, pero la verdad es que, me siento bien, completa, llena, feliz cuando lo digo, cuando puedo decirlo.

Guardo en mi corazón cariño y rencor, sentimientos encontrados que no sé como exteriorizar, siento que hace días, semanas y hasta quizás meses no soy yo, que simplemente es una parte de mí la que anda por las calles intentando encontrar alguna salida a mis pensamientos y sentimientos.

Discuto o me resiento por cosas sin importancia. ¿Por qué hago eso? Ni yo misma lo sé, luego me doy cuenta que me he equivocado una vez más y regreso a intentar que sea como antes y últimamente nada es como antes, todo está peor.

Seré sincera, temo quedarme sola, temo querer a alguien y se vaya de mi lado por mis constantes errores, como me ha pasado. Sin embargo me ilusiono rápido y olvido lento. Reconozco soy torpe para decir algunas cosas, me cuesta mucho ser clara al momento de hablar, podría decir que me enredo con las palabras y termino dándole otro sentido a mi oración.

Suelo llorar por lo menos una vez al mes, me encierro en mi cuarto o subo al tercer piso de mi casa, busco la luna o alguna estrella y ahí puedo quedarme horas, derramando lágrimas sin que nadie me interrumpa, luego retorno a mi estado no habitual, sola.

Hoy, dos de mayo, tengo mucha tristeza en mi corazón, no sé si las lágrimas se lleguen a acabar en algún momento, pero si eso ocurre estoy segura que las mías no tardaran mucho en terminarse, mis ojos están demasiado hinchados de tanto llorar, ni las bolsitas de manzanilla filtrante creo que logren bajar esta hinchazón y como diría la letra de la canción que ahora escucho “en mis ojos no ha parado de llover”.

No sé cuanto más dure este período de tristeza y dejadez en mí, espero que se vaya pronto. A pesar de mis miedos, anhelo encontrar la magia que llevo dentro, intentar una y otra vez ser un poco más cariñosa e ilusionarme, como suelo hacerlo, al decir te quiero.

Te amé en mis sueños...



La letra de esta canción que recién la escuché hoy es linda.

sábado, 1 de mayo de 2010

Barranco tradicional sí, Metropolitano no...

A fines del 2007 se puso en marcha la construcción del Metropolitano de Lima que recorrerá de norte a sur los distritos. El beneficio de este proyecto es la menor cantidad de tiempo que se empleará para llegar a nuestros destinos, así como también la comodidad con la que las personas se transportarán.

Los tiempos estipulados para el funcionamiento de este proyecto han sido superados, al vencer el plazo de culminación el alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, salía al frente a comunicar lo que todos ya sabíamos "El Metropolitano aún no entrará en funcionamiento".

Luego de más de dos años trabajando en el Metropolitano, el 28 de abril, Castañeda Lossio comunicó que el Metropolitano empezaría a funcionar a partir del uno de mayo, es decir, este fin de semana, con quice días de prueba, donde las personas puedan dirigirse a sus centros de trabajo o estudio gratis en los ómnibus.

¿Se puso a pensar el señor Castañeda Lossio en los distritos que conforman el recorrido del Metropolitano? ¿Sabrá el alcalde de Lima que Barranco es uno, por no decir el principal distrito que reprueba este proyecto?
Barranco es un distrito que se caracteriza por sus tradiciones, tanto arquitectónicas como en costumbres, las calles estrechas, los restaurantes antiguos, parques, iglesias y demás se han visto afectadas por este "favorable" proyecto. Soy barranquina desde que nací, he aprendido a amar a ese distrito, he crecido en él, he recorrido y recorro las calles, el malecón y cada vez que busco esos lugares bohemios que caracterizaban a Barranco recuerdo que ya no están, que fueron desapareciendo rápidamente y que los cambios a los que se vió sometido eran inminentes, que ni los reclamos calmados y exaltados de nosotros los barranquinos eran en vano.

Para muestra de estos cambios están el Ovalo Balta, los cambios de sentidos y falta de información de estos a la que estamos expuestos, las rupturas de calles alternas que ahora han sido convertidas en calles principales, el corte de agua sin previo aviso desde tempranas horas hasta que el día acaba, la restricción de los pasacalles y carnavales en los que Barranco fue el protagonista, no puedo dejar de mencionar el maltrato físico a los que estuvieron expuestos vecinos que intentaban frenar la construcción del paradero Balta y trabajadores de la Municipalidad de Lima arremetieron contra ellos golpes y así infinidad de abusos que han cometido el señor alcalde de Lima y sus trabajadores.

No estoy de acuerdo con ese proyecto, rechazo los abusos a los que hemos sido sometidos los barranquinos, me apena ver a mi distrito tan cambiado, perdiendo su esencia, su tradición, me siento impotente cada vez que salgo a caminar por Barranco y veo qué cambiado está, quizás algunas personas crean que me equivoco y es absurdo que no esté de acuerdo con el Metropolitano, pero seguiré teniendo y defendiendo mi posición frente a ese proyecto, pero sobretodo esperaré que lo poco de bohemia que le queda a Barranco lo conserve, que no se pierdan las tradiciones a las que estamos acostumbrados los barranquinos, que Barranco siga siendo la cuna de los poetas, que ellos puedan encontrar la inspiración que necesitan en ti, Barranco querido.

Pensando y sigo pensando...

¿Porqué escribir cuando se está triste o tiene muchas cosas en la cabeza? En mi caso, lo hago por que siento que me puedo desahogar, suelo hacerlo, escribo cuando estoy triste o pensativa, como ahora.

No tengo una idea clara de lo que últimamente ha estado pasando por mi cabeza, muchas ideas, locas en su mayoría, me han asaltado, no sé es todo tan raro y confuso que hasta mi vicio por el cigarro ha vuelto.

¿Les ha pasado alguna vez que las lágrimas se les cae por las mejillas cuando están frente a la computadora escuchando alguna canción y pensando miles de cosas, intentando hablarle a alguien y el miedo y la cobardía son muy fuertes?

A mi sí.

¿Alguna vez se han preguntado porqué la melancolía está presente en nosotros una vez al mes, por lo menos?

Yo sí y por más que he buscado una respuesta a la pregunta no doy con ella.

Hoy no tengo ganas de escribir ni de nada. Estoy sentada en mi cama, escribiendo con la luz apagada, escuchando música, triste seré sincera, pensando mucho en tantas cosas que me ponen en cierta forma mal, en mi mamá, mi papá, mis abues, amigas, en la persona que quiero y en mi.

La pena y el abandono son mi triste compañía,
Ya mis amigos se fueron casi todos
y los otros partirán después.

Me llevo tu sonrisa y tu mirada
que fue la fuente de mi amor primero

Qué será, qué será, qué será
Qué será de mi vida, qué será
Si sé mucho o no sé nada,
ya mañana se verá, que será, será lo que será.


Chocolatín...



El día de ayer, "Chocolatín" cumplió un mes de estar conmigo, mejor dicho, con nosotros.

¿Quién es Chocolatín? Mi dinosaurio de ule. Lo llevo a todas partes, a la clases de la universidad, clases del Portugués y alguna que otra reunión.

¿Como obtuve a Chocolatín? Chocolatín me vino en un huevo de Pascua que me regalaron. Quizás se pregunten por qué le escribo a un simple muñeco de ule, la respuesta es sencilla, suelo perder las cosas rápidamente, quizás en unos días o en el peor de los casos en horas, pero con Chocolatín es diferente, me he preocupado por él mucho, reviso el bolsillo pequeño de mi mochila para ver si está muchas veces al día, lo escondo de mi perro, por que Lennon puede comerselo, reniego cuando lo esconden o lo tiran por las escaleras y bromeo con mis amigas sobre el gorrito o guantecitos que quiero ponerle para el invierno.

¿Es infantil mi actitud por un muñequito de ule? Sí, les doy la razón a las personas que piensan y me lo han dicho. Es raro, pero me agrada tener a Chocolatín y seguiré siendo así con Chocolatín hasta el día que se me pierda o decida dejarlo en mi casa para su seguridad. Mientras tanto, Chocolatín seguirá yendo a clases y estará entre nosotros.

Feliz primer mes con Chocolatín!!!

sábado, 17 de abril de 2010

Matemáticamente hablando...



En un inicio decidí estudiar Ciencias de la Comunicación por que estaba huyendo de los números, no los quería ver por ningún lado. Continúo estudiando Ciencias de la Comunicación, por que me gusta, me apasiona, me trasporta a un lugar mágico, pero, lo irónico es que ahora por un equipo, mi equipo amado, hago cuentas y analizo a milímetro los puntos de los rivales, los goles a favor que tenemos y los goles en contra que por ahí están.

Soy hincha de la U, pero tengo que ser realista, no es el equipo que campeonó el año pasado, aquel que nos hacía soñar cada partido, ese que cada vez que pisaban el área sentíamos en la garganta la palabra anhelada, no es el campeón. Sin embargo, el jueves los merengues intentaron ser primeros en su grupo, repito intentaron, más no pudimos y eso es lo peor, pues ahora, como siempre, tenemos que esperar resultados. ¿Suena familiar la historia? Lamentablemente, sí.

Ahora, las sanciones que tendrá el plantel no hacen nada bien a la U, pues, pongamonos en el supuesto caso que clasifiquemos, no podremos contar con Fernández ni Galliquio. Pero eso no es todo, pues aún no se revisa el video donde se ve a Alva, Piriz, Zela, Rabanal y Revoredo propinando y recibiendo golpes, por lo cual ellos también podrían quedar suspendidos. En números, 7 jugadores suspendidos se puede tener, 6 de ellos titulares. ¿Tendrá Reynoso un plan B? Esperemos que sí.

No justifico la violencia que se vió ese día, pero, creo que cualquiera de nosotros si vemos que golpean a un compañero/amigo salímos a defenderlo. Si nos están pegando, respondemos, si nos insultan, también lanzamos improperios. Lanús sintió la eliminación, fue herido en su orgullo, no podía creer que un equipo peruano, el actual campeón, lo dejara sin la copa y reaccionó a los golpes. La U, se ahogaba. Si bien es cierto no estamos descalificados, pero nuestra misión era ganar.

Ahora, los números y el ya conocido "matemáticamente" están de moda. El jueves
se define todo. Estamos en el medio, entre el abismo o de escalar un peldaño más.

Desde aquí y si pudiera seguirte a las canchas internacionales a las que vayas, te cantaré, te alientaré y te amaré.

Matense en la cancha
pongan más huevos.. garra y pundonor
como nosotros alentando al campeón
dejamos todo por amor a esta camiseta
pongan más huevos garra y pundonor
porque en la crema se juega con pasión
vamos merengues que tu hinchada siempre
está presente..
cantemos todos juntos..
que en la tribuna empezamos a ganar
y ustedes matense en la cancha..
por que esta hinchada quiere campeonar..

martes, 13 de abril de 2010

Orgullo, resentimiento y una disculpa anhelada...

Cuando el orgullo y el resentimiento pueden más te nublas, dices cosas por decir, la cólera te invade, no te das cuenta en el momento a quién puedes lastimar, no te percatas que puede ser alguien a quien tú quieres, a quien necesitas que este contigo día a día, porque si esa persona no está, te sientes vacía, que tu complemento vaga por algún lugar y no puedes encontrarlo.

Cuando se da cuenta que fue uno mismo quien cometió el error, en algunas ocasiones el perdón, las demostraciones de afecto, los meaculpa y las lágrimas, están de más, no hay vuelta atrás, las palabras que dije fueron tan crudas y duras que de solo recordarlas me echo a llorar.

Cuando los recuerdos te abruman y las canciones te regresan a lo bueno del pasado, en esos momentos solo quieres coger el celular y mandar un mensaje de texto o si eres valiente, llamar, sin ninguna idea concreta de que escribir o decir, lo haces o te retractas, solo es una estrecha línea la que te separa de todo. La realidad, no eres valiente, pero sí orgullosa, no mandas mensaje ni llamas; la ficción, eres valiente, a medias, pues no hablarás y te quedarás escuchando la voz de tu complemento.

La noche se hace lenta, casi eterna cuando piensas y piensas. Prometí no preguntar por ti y hacer que no me interesa nada de lo ocurrido y hasta hace un rato buscaba una manera disimulada para saber de ti, pero, como es costumbre mía rompí la promesa, pregunté y por lo menos, supe algo tuyo. Me cansé de disimular y actuar, de irme cuando hablan de ti, me hago a un lado para no recordarte y pienso que ya pasará. Al final de la noche, me doy cuenta que todo se hace más fácil cuando estás aquí.

Cuando extrañas a más no poder, tanto, tanto que sientes que nada tiene sentido, que ya han pasado varios días y todo sigue como el lunes, el hacerte la dura y feliz, ya no me sirve, la realidad salta a la luz. Quisiera no haber escrito lo que puse, quisiera no ser tan orgullosa ni resentida, intentar solucionar el pequeño problema que agrandé, que los mensajes hayan llegado al destino, quisiera ser valiente y poder hablarte, quisiera ser valiente en algún momento y poder decir que te extraño.

Barranco en 3D...



El bohemio distrito de Barranco ha quedado finalista en un concurso "Moldea tu ciudad" realizado por Google, a nivel internacional, donde Barranco compite con Alemania, Reino Unido, Estados Unidos y España.

Dicho concurso consiste en representar un lugar y plasmarlo tridimensionalmente. Algunos de los famosos pasajes, calles, iglesias, puentes, restaurantes y bares de éste tradicional lugar podemos apreciarlos en el video.

Podemos apoyar a Barranco hasta el 1 de Mayo.

Votemos por este bello distrito

lunes, 12 de abril de 2010

Niños, niños, niños...







Quién de pequeño no ha querido ser un cantante famoso?
Quién no jugaba e imaginaba tocar la guitarra como Slash o Jimmy Page?
O quién no ha querido salir en cámaras y hacerse fomoso?

Por que todos de niños hemos soñado e imaginado cosas, algunos como él cumplieron su sueño de ser cantantes, guitarrista y lograr salir en cámaras...

Disfruten estos videos y recuerden cuando la verguenza y el ridículo no nos interesaba!!!

domingo, 4 de abril de 2010

Huevos de Pascua...




Cada año en mi familia es tradición la búsqueda de los huevos de pascua.

Recuerdo a partir de los 6 años, aproximadamente, que mis primos y yo emprendiamos la busqueda de los huevitos por el primer piso de la casa. Somos 7 primos, el mayor tiene 25 y la menor 11, todos, los siete, sin excepción alguna buscamos los huevitos.

Esta entretenida tradición en algunas familias como la mía, la inició mi abuelita. Ella leyó hace años una revista donde contaban la historia del Conejo de Pascua. Desde ahí, todos los años, días antes va a los supermercados en busca de los huevos de pascua para nosotros sus nietos.

Quizás estemos algo grandes para buscar huevitos de chocolate con alguna sorpresa dentro por toda la casa, pero, es un motivo para reunirnos la familia en casa, además de ver sonreír a mi abue, pues ella es felíz viendo a su familia reúnida y disfrutándo de los regalos que nos hace.

Lo curioso de esta tradición es que mi abue solía esconder los huevitos, pero el problema era que siempre los escondía en los mismos lugares de los años pasados. Viendo esta situación, mi mamá o mi tía ahora cumplen la misión de esconder los huevitos en otros lugares más difíciles de encontrar para nosotros.

Y empieza la búsqueda de los huevitos!!!!

P.d: Domingo de Gloria, domingo de pascua, domingo familiar, domingo de búsqueda de huevitos de pascua, domingo para descansar, domingo, domingo, domingo.

Empate en todo...



Fue un clásico sin muchas emociones como quizás los hinchas esperaban, esperabamos. Se pensó que este partido sería como los del play off 2009. Sin embargo, no ocurrió. Todo lo contrario, de los 90 minutos más descuentos, los 70 y quizás 75 minutos estuvieron aburridos.

Ambos equipos demostraron que les hace falta, urgente, un hombre gol, pues oportunidades, creo que, tuvieron. Al igual que los dos "compadres" demostraron que el resultado se mantuvo a cero por las defensas, derrepente la más solida fue la del equipo visitante, pues Galliquio y Galván fueron una muralla, en la cual no penetraron Fernández ni el "zorrito" Aguirre.

Aguirre tuvo dos oportunidades claras de gol, pero "superman" Fernández impidió que los blanquiazules gritaran la palabra mágica del fútbol. Por su parte, a los merengues les anularon un gol a los 2 minutos de empezado el clásico, por posición adelantada del "zorro" Alva. Luego Labarthe casi convierte un golazo tras ganar una pelota sin complicación. En el complemento, la más clara la tuvo Piriz quien se falló un gol solo, cántado, gritado y celebrado ante Libman.

En conclusiones cortas.
El "superclásico" no fue lo esperado.
Ambos equipos necesitan un hombre gol con urgencia, pues esta semana juegan por la Libertadores y a como jugaron ayer sábado, el resultado puede ser vergonsozo.

Aún así...

Crema, crema de mi vida, tú eres la alegría de mi corazón,
Crema, todos te queremos y te alentaremos de corazón.

jueves, 1 de abril de 2010

Canciones de anteayer, ayer y hoy...





Para nadie es nuevo o es un secreto que las canciones que bailaban o cantaban nuestros abuelos y padres han cambiado completamente. Desde el ritmo y por supuesto la letra, es más, la finalidad de un baile concedido antes era "más sano", el hombre intentaría conrtejar a la señorita que le gustaba. En la época de mis abuelos, ellos solían bailar valses y guarachas, estas últimas fueron mal vistas en un cierto período, sin embargo luego se pusieron de moda y los tabues pasaron.

La de mis padres fue otra época, estaban las salsas, merengues, ballenatos y las censuradísimas lambadas, al igual que los bailes de los abues, el fin era otro, quizás ya un poco más con interés, digamoslo así por un beso y alguna que otra caricia "prohibida".

Ya para nuestros días las cosas cambiaron totalmente. Se puso de moda el famoso reggaeton o por qué no llamarlo "perreo". Las letras de este ritmo son pegajozas, creo que todos, todos, sin excepción en algún momento hemos bailado algún reggaeton y hasta lo hemos cantado.

Bueno, compartiré unos videos de las 3 épocas mencionadas. Espero los disfruten!!!!




martes, 30 de marzo de 2010

Lonchecito franciscano con mi Superhéroe...



De niñas o niños todos pensamos que nuestros papás son nuestro superhéroes, que tienen superpoderes como Batman, el increíble Hulk, Superman, Capitán América, Flash, Aquaman y toda su “mancha”. Yo aún pienso que mi papá es mi superhéroe. El por qué, es simple. Él siempre logra que sonría y me ponga feliz sin más razón que verlo, darle un beso y abrazarlo.

El día no fue bueno, me dolía la cabeza y pensaba en los trabajos que debía hacer y los libros que tengo por leer, en sí, no son muchos, pero como es costumbre mía dejo todo a última hora y es eso lo que me pone de mal humor. Renegaba sola.

Ya era tarde y seguía en la universidad, a diferencia de las otras oportunidades en las que me he quedado hasta tarde en la facultad, esta vez no tenía muchas ganas de permanecer ahí, quería llegar temprano a mi casa, bueno, temprano en lo que cabe de la expresión. Mis ganas por dormir y dejar de pensar siquiera algunos minutos en los trabajos y libros que tengo pendientes me rondaba cada vez en la cabeza, cuando de pronto mi celular empezó a sonar. Era mi papá. Contesté presurosa.

- ¿Aló? Hola, papi. ¿Cómo estás?

- ¿Bien hijita, dónde estás?

- En la U, pá. ¿Dónde estás tú?

- Vamos a tomar lonche, ¿qué te parece? ¿A qué hora sales?

- Ya, vamos a tomar, lonche. Hmmm… en una hora aproximadamente. ¿Voy para la oficina?

- No, no. Voy por ti en una hora. Chau, nos vemos.

- Chau, pa.

El simple hecho de ver a mi papá siempre me pone de buen humor, me alegra mi día por más triste o gris que haya sido.

Mi papá y yo somos muy parecidos y no lo digo por lo físico, sino mas bien por la forma de ser y en lo que somos idénticos es en lo impuntual que podemos llegar a ser y sin esfuerzo. Soy la menor de sus hijas, papi y yo renegamos mucho y lo peor, renegamos solos, olvidamos las cosas con facilidad, somos impacientes, burlones, en fin muchas cosas más.

Quedamos en una hora, pensé que como otras veces mi papá llega mucho después ésta vez sería igual. Me equivoqué, llegó a tiempo. Salí presurosa de la facultad, ví el carro estacionado en el grifo y subí rauda al auto. Partimos con destino desconocido, cuando cruzábamos Angamos con la Vía Expresa, mi papá propuso bajar a tomar lonche a una pastelería que le encanta y a la cual acudimos seguido.

El primer inconveniente, y como siempre suele pasarnos, fue poder cuadrar la camioneta. Luego de varios intentos y yo guiando para que no se choque, pudimos estacionar el carro.

Los temas salían naturales, podíamos hablar de todo, sin importarnos el tiempo ni las llamadas de trabajo que mi papi tenía. Así fue, nos sentamos en una mesa cerca de una pequeña catarata o una muy parecida a ella, en el sótano del local. La mesera se acercó y pedimos helado. Manuel Adrián o simplemente mi papi, pidió dos bolas de helado de lúcuma y guanábana, yo pedí de chocolate y mango. Ambos pedimos chocolate extra para untar los helados.

Así el tiempo pasaba sin darnos cuenta, entre anécdotas que mi papá me contaba y preguntas que yo respondía o viceversa. Conversamos de nuestro fin de semana, de la “U”, equipo que mi papá me enseño a querer domingo tras domingo que íbamos al estadio, de mis hermanas, de su trabajo, de mis clases, de mi acné y de la primera vez que mi papá se enamoró.

Cuando terminamos el helado y vimos alrededor del local, la gente había llegado y nosotros sin darnos cuenta, estábamos tan concentrados en nuestra conversación y en nosotros que el resto era invisible. El local se había llenado considerablemente. Nos quedamos hablando un rato más y luego nos retiraríamos para traerme a mi casa.

En el camino de regreso seguíamos hablando de algún tema que cualquiera de los dos proponía. El camino es corto, no es mucha la distancia que hay entre la pastelería hasta Barranco. Mi papá me comentó que estaba pensando ir a visitar a su primo a Canta, pues ahí mi papá tenía una chacrita que su abuelo le regaló. Papi era o es muy apegado a su primo desde muy niños cuando jugaban, o bueno su primo jugaba, e imaginaba ser un torero. Me contó la historia de su primo y su torito.
Era tanto el gusto por las corridas de toros (la familia de mi papá es aficionada a las corridas de toros, pues mi bisabuelo, abuelo de mi papá asistía a las corridas y los llevaba a mi papá y su primo) que un día compró un torito desde cría y lo entrenó a tal punto que el toro hacía lo que él le mandaba. Luego de muchos años de entrenamiento, mi tío estaba listo para torear en la fiesta patronal de Canta y así fue.
Papá le llevó de regalo un atuendo a la altura del acontecimiento, el vestuario lo compró en la Plaza de Acho. La corrida fue espectacular y asombrosa, pues nunca antes nadie había corrido un toro.
Mi papá quiere ir a visitar a su primo, saber como está y recordar viejas historia de su juventud.

Papá sonríe y se siente orgulloso de contarme sus anécdotas cuando era joven, a mí me gusta oírlas, pero más que nada me encanta pasar tiempo con mi papá.

Mi mañana fue tediosa, más que nada llena de pereza y sin ganas de hacer otra cosa que no sea regresar a mi cama y seguir durmiendo. Mi tarde no fue del toda buena, estaba renegando y pensando la mejor idea para huir de mis trabajos. Mi día no fue bueno hasta las 4:30 PM. que vibró mi celular y era mi papá proponiéndome ir a tomar lonche, mi día se puso mejor al llegar las 5:30 PM y ver a mi papi en el carro esperándome. Y mi noche fue excelente luego de haber pasado tiempo conversando y riendo con él.

domingo, 28 de marzo de 2010

Que no quede en recuerdos...




Hay quienes luchan por olvidar y hay quienes olvidan sin luchar,
dicen que nunca se volverá al pasado, pero tú siempre vuelves y de una manera tan natural,
el tiempo no te hace un calendario, el tiempo está en tu imaginación.
Y por el día a día a veces todo te parece tan ajeno.

Crees ser invisible para no ponerte de mal humor,
A veces no hay quien te aguante,
Pero es un pecado estar distante.

Pretendes que nada te duele, sin embargo sé que lloras cuando te quedas sola,
Sé que llevas una ilusión que te persigue y alcanza, aquella que sueñas con los ojos abiertos
y que cada amanecer despiertas a consolar el corazón.
Los soñabas siempre en tu vida.

Por qué piensas que despertar es una batalla perdida?
Por qué no dejas quererte?
Por qué no cantas ni sonríes como antes?
Por qué ni siquiera lo intentas?
Serán por las noches tras noches y por las ausencias?
Será por la costumbre?
O tal vez por la resignación?

Quieres saber que es lo que siento y pienso?
Ven siéntate y léeme por favor.
Quiero más tiempo igual que ayer, quiero más besos con sabor a miel.
Darte una reconquista llena de caricias.
Decirte piropos como tú me los decías.
Y aunque pase el tiempo, yo te amaré.

Un detalle siempre cuenta, regalarte rosas o margaritas
Que sean de sorpresa o con una notita.
Te encanta escuchar que estas bonita, que te bese en la frente,
te abrace y te diga que te necesito y te quiero mucho.

No sabes todo lo que soy capaz de darte.
Quien diría que daría mi vida por ti,
Y quien diría que no puedo estar sin ti,
Quizás lo olvides, quizás lo recuerdes.

Si pudiera hacerte sonreír una vez más no lo dudaría,
Quisiera que entiendas que por ti lucharía.
Que dejes de pensar que empezaste a estorbar.
Contarte un cuento que te haga soñar, un verso que nos una
contemplarte y darte un abrazo cada noche.

Sabes que me calmo solo al verte y sé que
es ridículo vivir sin ti y mi vida se haría gris si tú no estás.
Pediría un minuto mas para decirte que te amo cada segundo un poco más,
Que me llenas el alma de grandeza que me hagas suspirar de mil maneras,
Me entristezco solo de pensar que no dije que no te amo tanto, que no supe como demostrarlo.
Pero la vida no se nos ha acabado y podemos recuperar un minuto más.

Un minuto más para adorarte, un minuto más para sentirte y otro más para amarte.

De sábado a sábado...



Siete días, fueron siete días los que estuve enferma. No terminaba de recuperarme de algún malestar por el resfrío que tenía desde el sábado 20, cuando ayer, sábado 27 del presente mes, terminé hospitalizada por unas horas.

Pero, empecemos desde el día 20. Como todos los sábados del mes, de todos los meses del año, fui a jugar partido a Surquillo, de una u otra manera por la exaltación y hasta quizás excitación por como iba el resultado del partido es que me animé a quedarme unas horas más “peloteando”. Para esto, cabe resaltar que sufro de migraña, sí, no puedo estar expuesta mucho tiempo al sol, pues me dan fuertes dolores de cabeza. También sería bueno mencionar que soy hincha a muerte del actual campeón del campeonato local, o sea de la “U”, es decir de los cremas. Resumiendo un poco, las cosas iban así:

No todas las que jugamos futbol somos del mejor, digo, de la U, hay quienes son del eterno rival, de Alianza. Decidimos hacer un pequeño clásico, con apuesta incluida. Empezó el partido.

No pasaron muchos minutos y nos pusimos adelante en el marcador, 1 a 0. La intensidad del partido era tanta que le restábamos importancia al sofocante calor que había. Gol contrario, nos empataron el partido. Un grupo de señores que tenían alquilada la cancha donde jugábamos esperaban su turno para entrar, pero al ver que nuestro compromiso estaba tan emocionante nos permitieron jugar unos minutos más. Segundo gol de los cremas, mi gol. Lo grité como si mi gol fuera el que le daba la clasificación a la siguiente ronda de la Copa Libertadores, celebré el gol con mi amiga en la cara de la aliancista. El tiempo seguía pasando, el sol seguía abrazador y en el ir y venir de la pelota, mi arquera sale mal a despejar el balón, el rechazo fue a medias y “la negra” (como de cariño le decimos a una amiga, a la cual le había gritado el gol) toma el rechazo y la manda adentro. Gol del empate, como es lógico me lo celebro en la cara. Estábamos cansadas y los señores querían empezar a jugar ya, pedíamos que el partido acabara ahí en empate, pero ellas no aceptaron, querían que las cosas se definieran, así que el popular “gol gana” se hizo presente en la cancha municipal de Surquillo.
Sin defensa todas nos fuimos adelante en busca del gol que nos haga ganar el clásico o por haber dejado a la arquera sola nos haga perder la apuesta. Un gol cantado para ellas nos escarapeló el cuerpo, pero felizmente lo mala que era la jugadora o lo buena que era mi arquera las cosas seguían igual, 2 a 2.
El rechazo de la arquera fue tan rápido que “la chata” y yo corrimos como pudimos, sacamos la garra que caracteriza a los y las cremas, jugamos en conjunto con la otra delantera, entre algunos toques de desesperación por meter el gol, triangulamos bien y dejamos sola a la tercera delantera contra la arquera, como lo pronosticamos, gol! Ganamos el clásico, 3 a 2. Vinieron los gritos, los cánticos y la celebración y por supuesto el pago de la apuesta.

Hasta ese momento no me dolía mucho la cabeza, pensé que se me pasaría si tomaba mi pastilla para la migraña. Volví a mi casa con el malestar de la migraña, no almorcé, intente ducharme pero no pude, no porque no quisiera, sino porque no había agua en mi distrito, Barranco, la razón, los trabajos que están haciendo por el Metropolitano. No pude ducharme.

Dormí, como suelo hacer en mis tiempos libres. Descansar para que el malestar se me pasara. En cierta forma funcionó, me calmó un poco el dolor de cabeza, pero las nauseas no. Tome otra pastilla que me recetó mi neurólogo para ese tipo de episodios y a descansar.
Tenía planes para ese fin de semana y se vieron truncados por mi migraña, pero me sentía contenta por haber metido un gol y ganar el clásico.

Llegó el lunes, sentía otro malestar, pero este no era el de la migraña, resfrío. En la noche, tenía fiebre, no tenía ganas de comer ni tomar nada, así que solo dormí. El cuerpo me dolía mucho, la espalda me mataba y la nariz empezaba a molestarme. En la madrugada la fiebre subió y no había forma de pararla, mi mamá me puso paños de alcohol y Timolina para bajarme la fiebre, pues no quería que me pongan inyección, porque son muy dolorosas y no me gustan las agujar, a pesar que tengo dos tatuajes.
Para suerte mía, la fiebre iba bajando poco a poco. Pero, a la mañana siguiente las cosas no estarían de mi favor, pues amanecí nuevamente con fiebre y esta vez no pude convencer a mi madre que solo bajáramos la fiebre con paños de alcohol y Timolina, así que llamó a una enfermera para que me aplicara una inyección. Bueno, sin más remedio me la pusieron, pero tenía clases desde las 8 de la mañana, me sentía sin fuerzas que decidí ir a la tercera porque tenía un compromiso con mis amigos y compañeros de trabajo del curso de Tv. Seguía con mi malestar corporal, así que regresé a mi casa temprano. Sin pensar lo que me pensaba, fui a dormir a mi cuarto, al llegar mi mamá de dar un paseo me encontró “volando” en fiebre, nuevamente una inyección me bajaría la fiebre. Descansé toda la noche. A la mañana siguiente seguía mal, el malestar del cuerpo y el dolor de cabeza sumado a la molestia de la nariz me mataban. Al igual que el día siguiente regresé temprano a casa, pero había olvidado que tengo clases en la noche. De solo pensar el tener que regresar me hacía sentir peor anímicamente, sin embargo, lo hice, volví a la universidad para la clase. Mi vestuario aquella tarde fue inusual y fuera de contexto, pues mientras yo estaba con polera y zapatillas, los demás estaban en short o minifaldas y con sandalias.

Para el día jueves mi tono de voz había cambiado, estaba afónica y las burlas de mis amigas no se hicieron esperar, como es costumbre en mi, las tome a bien, no me molesté. Para el viernes parecía estar mejor, me sentía mejor anímicamente. Quizás eran las ansias de que llegara el sábado ya para poder jugar futbol y ganar otra vez en el clásico, pues en la semana recibimos la propuesta de la revancha.

El partido estaba pactado para las 12:30, previamente estaríamos jugando otros partidos, con las demás chicas, en esos casos todas jugábamos como si fuéramos de un mismo equipo y celebramos cada gol como si no hubieran equipos eternamente rivales.

Llegó la hora del clásico. Los equipos estaban armados. Esta vez ellas se pusieron adelante en el marcador, se me escapó “la negra”, quien disparó un pelotazo que mi arquera no pudo contener. La piconería, que suelo relucir cuando vamos perdiendo empezaba a aflorar. Sin embargo no pasó mucho rato para que empatáramos el partido, “la chata” se hizo presente en el marcador. Ella que juega con la camiseta crema celebró a más no poder. La felicidad por parte de nosotras nos invadió y por parte aliancista la cólera relucía. El partido se tornaba de ida y vuelta, cuando la arquera del equipo contrario al mío se choca con la delantera crema y de dobla el tobillo. Parecía una simple caída, pero no, se rompió el tobillo. Esperamos cerca de media hora para que lleguen los bomberos y se la llevaran de emergencia al hospital donde trabaja su papá que la esperaba. Reanudamos el partido luego de 45 minutos. Para esa hora, el sol estaba más intenso que del de la semana pasada, pero aún así, terca como soy, decidí seguir jugando. Habremos estado bajo el sol una hora más aproximadamente. Tiempo en el que el partido iba 4 a 2 a nuestro favor, pero yo no quería irme sin meter un gol y los señores que suelen alquilar la cancha luego de nosotras, estaban reclamando su tiempo, pero por nuestro lado yo decía unos minutos más pues no quería irme sin meter un gol y por el lado de las de Alianza era porque querían empatar el partido. Hasta que llegó mi momento, pude meter el gol. Terminamos el partido 5 a 2, nuevamente la victoria se quedó con nosotras.

Todo parecía felicidad para mí, pero en realidad el dolor de cabeza era muy fuerte y ya no lo soportaba, pero la reunión, las bromas, el cansancio y sobretodo la flojera de cambiarnos hacían que me quedara cada vez más bajo el sol y aguantando el dolor de cabeza. Por que, sí, había olvidado mi pastilla para la migraña en mi otra mochila. Llegué a mi casa a las 5 de la tarde. Como el sábado anterior, pensé que mi dolor de cabeza se pasaría luego que almuerce, tome mi pastilla y durmiera un rato. Error, no fue así. Luego de descansar un par de horas, vino lo peor del fin de semana. Las nauseas y los vómitos no pararon hasta que mi mamá decidió llevarme de emergencia al hospital donde trabaja, porque ya había pasado mucho tiempo y mis nauseas, vómitos y el intenso dolor de cabeza no paraban. Me duché rápido, me vestí en pocos minutos y le dije a mi ma que estaba lista. Tomamos el taxi, todo parecía ir bien, hasta que el taxista se equivocó de hospital y subió por otra entrada, perdíamos el tiempo y yo seguía mal. Cada cierto tiempo, que ya había calculado, los vómitos volvían, mi ma precavida llevó una bolsa por si las dudas. Pero, creo que no hizo efecto pues al llegar al hospital y bajando del carro, no bolsa no me sirvió de nada.

Me pusieron en una silla de ruedas, me tomaron mis datos y dijeron que debía esperar a que me llamaran, habrán pasado 15 minutos y oí “Barrantes Guevara”. El doctor me preguntó que había ocurrido y las preguntas que suelen hacer los doctores, que a duras penas podía responder. El doctor mandó que me hagan una tomografía para descartar alguna complicación en relación a la anterior tomografía que me habían realizado. Mientras esperábamos los resultados de las pruebas, me ponían suero y una inyección para calmar el dolor de cabeza. El suero y los otros medicamentos que pusieron en él harían que duerma por unas horas. Los resultados de la tomografía habían llegado hace mucho, pero el neurólogo no, así que solo tocaba esperarlo.

Sentada en una silla, tipo sillón esperaba que el doctor llegue para que me de mi diagnostico y poder regresar a casa a dormir. Dormí.

Entre sueños volví a escuchar “Barrantes Guevara” la señora que estaba a mi lado y que estaba cuidando de mí, que no me destapara, pues encontré una colchita verde y me la puse, me despertó cautelosa y suavemente “te están llamando”, mi mamá se acercó a mí y me ayudó a ponerme de pie.

Acudimos donde el neurólogo, que muy amablemente me examinó y explicó que mi tomografía estaba igual que la anterior. Un peso de encima y más tranquilidad teníamos mi mamá y yo. Luego vinieron las recomendaciones, las restricciones y las preguntas por parte de mi mamá al doctor y viceversa. Yo solo hice una pregunta que fue:

-“Doctor puedo jugar futbol, normal?”

A lo que el doctor respondió con una sonrisa.

-Sí, pero deja pasar algunos días, descansa y debes seguir con las recomendaciones que te daré. Así como también debes seguir los cuidados que tú ya sabes y cuidarte más. No hacer desarreglos con la receta y tratamiento de la migraña.

Yo escuchaba entre dormida, adolorida por el suero y la inyección las recomendaciones del doctor. Luego me dio el alta. Llegué al hospital alrededor de las 9 de la noche y salí de el entre las 12:30 y 1 am.

Al llegar a mi casa solo atiné a ponerme el pijama y echarme a dormir, era lo único que tenía en mente. Dormir, como el doctor me recetó.

Siete días, toda una semana enferma, 3 inyecciones, fiebre alta, molestia de la nariz, dolor corporal, dolor de garganta, afónica, escalofríos, pastillas para el resfrío, migraña, 2 partidos ganados, 2 goles anotados, nauseas, vómitos, suero y descanso médico es el resumen de mi semana del 20 de marzo a 27 de marzo del 2010.

Siete días que espero no repetirlos, a no ser por las cosas buenas que me pasaron.

domingo, 21 de marzo de 2010

Bohemian Rhapsody - The Muppets






Los Muppets, conocidos títeres de un programa infantil que fue y que son conocidos por todos nosotros.

En esta ocasión los vemos parodeando un video de la legendaria banda británica "Queen", donde podremos observar muchas similitudes entre el video original y la versión graciosa de los Muppets.

Entre los "cantantes" de esta singular versión están Abelardo, Miss Piggy, Mr. Theets, Gonzo, el Oso Figaredo, entre otros.


Disfrúten los videos!!!!

viernes, 12 de marzo de 2010

Cuestión de tiempo...

Un vacío que es necesario, al menos por estos días
una amistad conplicada, una hermana traicionada, un sentimiento bloqueado por la cólera y el querer,
malditas o benditas las ganas de llorar, sí llorar como antes solía hacer en silencio.

Un momento de extasis, un momento de locura, unas horas de adrenalida sobrellevada pueden acabar con algo tan bonito?
a veces, cuando todo queda entre las bancas de un parque o cuatro paredes de alguna casa nada acaba, pero cuando sale a relucir la verdad, todo cambia, cambia para mal.
Valen las ganas de volver el tiempo atras?
Sí, sí vale, pero no se puede retroceder el tiempo y borrar los errores, por más que ruegues y pidas a todos los santos o a una estrella fugaz que en Lima no alumbra el cielo gris, no pasará.

Si pudiera explicar por qué lo hice, si pudiera prometer, pero sobretodo si pudiera cumplir lo que prometo, no dudaría en hablarte y contarte lo sucedido aquel día,
no puedo ni mirarte a los ojos, me averguenzo de estar ahí, viendo como te he lastimado, sintiendo que quiero explotar en llanto, pero tú lo has echo primero,
veo que estas llorando e intentando ser fuerte y no quebrarte ante la persona que te traicionó, ante mi que te mentí.

Veo que te alejas, veo que me ignoras, simplemente te veo.
Nada es igual a tu alrededor, a mi alrededor, a nuestro alrededor, aunque las personas y cosas son familiares, ahora no existen los sobrenombres,
los buenos ratos ni nada como antes. Te entiendo.

Todo ha quedado en suspenso, el pasado vuelve, el tiempo transcurre lento, impredecible es lo que pasará luego,
la mirada perdida, la mente en blanco y las palabras que no vienen a mi.
Dudas y frases tengo en mi cabeza, si yo estoy así, me imagino como debes estarlo tú y me duele.

Que ganas de salir corriendo, ganas de llorar, ganas de abrazarte y ganas de reír y que lo hagas conmigo,
es necesario ver la luz, sueño que vendrás, me cuesta imaginar que no estarás y no quiero estar así,
te recuerdo en las tardes de café, hablando mucho como si el tiempo no pasará y como si no nos vieramos de tiempo,
te recuerdo por lo que fue, por lo que planeamos que será, que sería.
No quiero recordarte, quiero que lo vivamos.

No siempre hay que decir con palabras cuanto se quiere a alguien, para que relatarte lo que siento por ti, si te llevo como aire al viento,
para quererte no hubo una razón, solo lo sentí en el corazón, no se explicar como llegaste hasta adentro,
para qué las confesiones, decepciones y demás, si te has vuelto mi sustento.

Me veo perdida entre la gente, converso con mi soledad en una habitación vacía. No hay tiempo o quizás eso sobre, no lo sé.
Tu ausencia se me nota, se me nota en mi mal trato a la gente, en el insulto a todo el que me jode,
se me nota en lo mojada de mi almohada de tanto llorar, se me nota que no estás presente.

Es el silencio el resumen de lo sucedido, es la tinta lo que no borra lo ocurrido, es la calma lo que falta por estos días,
es el tiempo una hoguera y una gota de lluvia, una esperanza.
Magia es poder mandar a volar lo malo, magia es volver a verte sonreir, magia es volver a empezar.

domingo, 7 de marzo de 2010

Un aire de esperanza...




Fuerte como el viento y dura con el tiempo, así resumo a Mitzy, la protagonista de mi historia, de mi crónica.

Un frió lunes 11 de mayo, 2:03 p.m. cuando llegué al Departamento de Pediatría, área Oncológica, vestía una bata celeste, una mascarilla que quizás en el afán de protegerme, me impedía la respiración, el cabello sujeto, como lo solía tener en mi época colegial, un lapicero en mano y dos hoja de papel arrancado de mi cuaderno, me acompañaban en lo que pensé seria una simple visita más al hospital, me equivoqué.

Un olor nauseabundo me sorprende cuando libero mi nariz de la molesta mascarilla, recién ahí entendí porque debo tenerla puesta.

Observando, sin saber que escribir o sobre quién escribir malgastaba los minutos en aquel tercer piso del block “G”, hasta que una sorpresiva vocecita me formula una pregunta, que hace años no escuchaba “Quien eres tú?”, aquella vocecita es de Mitzy, respondí apresurada y sorprendida a su pregunta, “Soy Adriana, y tú?”, ahí empieza mi verdadera historia.

Mitzy, es una pequeña de 6 años de edad, delgada, sin cabellos producto de la Quimioterapia, con una vía en su manito izquierda, que al parecer no le incomoda para nada o ya ha aprendido a convivir con ella, tiene una mirada tierna, sonrisa a flor de piel, que contagia a todo aquel que la mira, está sentada en su cama número 307.
Mitzy llegó hace 4 años a Lima con su mamá, Rosa del Águila, producto de su enfermedad, detectada a corta edad.

Al principio Mitzy se mostraba un poco reacia a mi presencia, sentía que invadía su lugar, su hogar. Pasaron algunos minutos para que pudiera hablarme amicalmente y no bastaron muchos otros para que pudiera darme cuenta que Mitzy es una parlanchina, que le encanta hacer amigas.

Pasamos las preguntas usuales que todo niño hace cuando conoce a alguien y a las que yo respondía gustosamente. Faltaba algo, lo importante diría yo, pero quizás no me animaba a preguntarle por su enfermedad por inexperiencia o simplemente porque me conmovía ver tanta inocencia enferma.

Una llamada corta la ilación de nuestra conversación , era su papá, llamándola desde Iquitos. No tomé mucha atención a la llamada, hasta que una frase me emocionó: “Papi, solo tengo que comer un poco más y tomar mucha agua y ya me sané…” Luego de oír esa poderosa y esperanzadora frase, supe que no sería una visita más al hospital.

Al termino de la llamada continué hablando con Mitzy, me contaba que el 30 bailará música árabe, la cual le fascina, con sus amigos del 311, 308 y 309, así me los presenta, así ella también los llama, son sus números de cama, acto que presentarán por el aniversario del piso.

Al ver que yo escribía casi todo lo que ella me contaba, me pregunta porque escribo tanto y que es lo que estoy escribiendo, que es lo que estudio. Dudosa por la respuesta que le di, me reta a que le escriba una frase, accedo. Le digo que ella me dicte lo que quiere que le escriba, “Un pez que come una galleta”. Queda conforme por lo escrito. Respondo a su siguiente pregunta, “Que estudias?”, Ciencias de la Comunicación - respondo, a lo que ella interrumpe, “Eres como los que salen en la tele?, porque yo también quiero ser así, también quiero salir en la tele cuando crezca”, le sonrió y le digo, “Algún día entones nos veremos y quizás trabajemos juntas”, ella me increpa, “No se, quizás si, quizás no, tú sabes”. Quedo helada con la respuesta.

Me pide una hoja para poder hacer algunos dibujos, en realidad quiere mostrarme como es su casa en Iquitos, hace dos triángulos a los lados, un rectángulo que los une, dos ventanas y una puerta, al lado dibuja a su familia, ella, su mamá, su papá, su hermano y a Luz, a quien ella llama hermana, pero no lo es, Luz es quién reemplaza a su mamá cuando tiene que ir al trabajo.
Mitzy prueba mi intelecto, me hace una suma, la cual respondo muy bien y mi nota, según coloca Mitzy, es 20. Dejamos los dibujos y las sumas de lado, para empezar un juego de cartas, al que Mitzy llama “Quien tiene más cartas, gana”. Mitzy gana la partida. Su sonrisa vuelve a cautivarme y logra que yo también sonría con ella.

Una rara petición de mi pequeña amiga me llama la atención, “Puedes cargarme para poder bajar y caminar un poco?” dudando un poco, accedo una vez más a lo que Mitzy quiere hacer. Caminamos por el pasadizo un rato, ella hacia las veces de guía y las enfermeras nos miraban con una extrañeza que yo la notaba.

Ya de regreso al 307, Mitzy me propone ver algunos videos, había pasado alrededor de dos horas desde que yo estaba ahí, tenía hambre, no había almorzado y pensé muchas veces antes de dar mi respuesta. “Tengo que almorzar”. Vi en la mirada de Mitzy tristeza y desilusión, no pude controlar mi sentimiento de culpabilidad, una vez más accedí al pedido de Mitzy.

Nos quedamos viendo un video de música árabe, Mitzy cantaba una pegajosa canción “Hayu, hayu, napa, napa, puchi, puchi, ra” ella cantaba y jugaba entretenida con mi celular, yo pensaba, mientras la miraba, como una pequeña sonrisa puede cambiar la idea con la que llegas a un lugar.

Habrá pasado media hora o quizás un poco más desde que empezamos a ver el video o mejor dicho a oír las canciones que salían del DVD y mientras más se acercaba el momento de la despedida yo pensaba como decirle que debía irme. Hasta que me animé a decírselo, esta vez Mitzy no puso reparos en que me vaya, pero si me pidió, casi rogándome, que regresara, que almorzara rápido y vuelva con ella para seguir viendo videos. Yo sabia que no regresaría, no porque no quisiera, sino que es un área restringida, la cual no permite el ingreso a cualquier persona. Aún así le mentí a Mitzy, con un pesar muy sentido, le dije que volvería. La despedida fue muy rápida, más bien fue un hasta luego.

Mientras me retiraba la odiosa mascarilla y el mandil celeste, no dejaba de pensar en Mitzy y la idea de volver uno de estos días rondaba mi cabeza.
Al irme alejando del cuarto, aquel que a primera vista me causó nauseas por su olor, sentía que debería volver, regresar para conversar, jugar cartas con Mitzy, escucharla cantar tan feliz las canciones árabes, volver para caminar un rato más por los pasadizos, ella siendo mi guía, volver para aprender de ella, para sentir esa valentía que transmite, la alegría que desborda cuando regala sonrisas y sobretodo la esperanza con la que mira cada situación, cuando te habla de un futuro, aquel que le puede ser esquivo de acá a unos años.

Hay algo muy cierto en esta historia, mi idea fría y absorta con la que fui aquella tarde del 11 de mayo al hospital quedó atrás luego de la pregunta que abrió camino a mi larga y entretenida charla con Mitzy. Luego de pasar algunas horas con ella mi mentalidad cambió. Me siento alegre por conocerla y triste por dejarla, pero tengo el propósito de regresar para pasar otra tarde entretenida con ella, pero esta vez no será por un trabajo, sino será por algo parecido a amistad.