jueves, 9 de septiembre de 2010

Veintisiete...

Ahora camino y voy apurando el tiempo, esperando que los minutos, horas y que los días pasen rápidamente.

Intentadoy buscando la manera de evitar que una tontería nos separe, que la historia sin fin, no se vuelva a repetir y me duele aceptar que es muy complicado que la suerte se ponga a nuestro favor. Ayer reconocimos el miedo en nuestras miradas, entre lágrimas, fuertes abrazos y palabras que antes no había pronunciado, el miedo y temor invadieron mi ser. Las dudas intentan acaparar mi atención.

Sé que a cada minuto te volveré a extrañar y desde que te ví, supe que eras especial.

Tú eres la ilusión que atrapó mi corazón, cambiaron mis ideas, pensamientos y planes y mi mente vuelve a buscarte.

Alteras mis sentidos como se te da la gana, aceleras el ritmo de mis emociones y pones al reves mi mundo.

Los días por ahora se han tornado grises y nublan mi felicidad. Las dudas juegan un papel determinante en mi y las lágrimas solo revelan la impotencia que tengo.

La historia es mágica, rodeada de un mundo de ilusiones, donde se puede soñar e intentar que los sueños se conviertan en realidad.

Dejar pasar el tiempo, por ahora, es la solución recomendable y luchar para que el miedo se aleje de mi mente y que en ella solo estes tú.

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