Estación Final, es una obra que relata las atrocidades e injusticias humanas que se cometieron en la Segunda Guerra Mundail en todo el mundo.
El contexto histórico peruano en el que se desarrolla la obra "Estación Final" es de la finalización de la Guerra del Pacífico, donde obviamente Perú estaba devastado, en crisis total, herido el todos los aspectos en que pueden herir a un país, intentado reponerse y construir nuevamente una ciudad limeña, en sí reconstruir todo el país, hasta los reconditos lugares donde fue dañado por los chilenos. El asumo de la presidencia de Perú a cargo de Oscar R. Benavides en 1933, las relaciones amicales entre Perú y Alemania no eran las mejores, la repercusión de estos inconvenientes se veía en los abusos y maltratos a los que ciudadanos peruanos estaban expuestos. Tal es el caso de la selección peruana que participaba en las Olimpiadas de Berlín en 1936 y retornó al país luego de abandonar la competencia por ser víctima del abuso de un árbitro FIFA. Perú ganó el partido 4 - 2 que jugó contra Austria, pero el árbitro exigió la realización de un nuevo partido. Perú no se presentó y abandonó la competencia.
Dos años después, 1938, el presidente Oscar R. Benavides, envía un telégrafo a Adolfo Hitler intentado que las relaciones entre ambos países mejoraran. Sin embargo meses después, en setiembre del mismo año, el canciller Carlos Concha envía un telegrama ordenando que se prohiban las inmigraciones judias al Perú. A este ordenamientos, el diputado Elías Cohen intervino y envió una carta al canciller Concha explicándole y exhortandole que desistiera de dicha prohibición. Cohen era descendiente de judíos. La carta no fue bien recibida por Concha y lejos de aceptar la petición de Cohen reprochó que sentirí verguenza de ser edscentiendo israelita. La situación se agravaría entre ambos países.
Lo que vendría años más tarde (1941 - 1942 - 1943 - 1944) fueron abusos contra la humanidad. Muertes innecesarias de mujeres y niños, descendientes peruanos o personas que vivieron en Perú y viajaran a Francia para una mejora rn su calidad de vida, tal es el caso de la familias Lindow y Levy, quienes fallecieron en el campo de internamiento de Drancy, donde fueron aniquilados bajo las torturas de las cámaras de gas y fusilamiento.
Lo que el autor del libro, Hugo Coya, nos quiere dar a conocer es la historia no contada sobre los abusos que se cometieron hacia peruanos, descendientes de peruanos y descendientes de judíos en la Segunda Guerra Mundial. Coya nos describe cómo los mandatarios de la época, Oscar Benavides (1933) y Prado Ugarteche (1939) no asumieron del todo su responsabilidad y no brindaron la seguridad ni respaldo necesario a los peruanos que murieron en otros países exhiliados, practicamente.
Aún en plano siglo XXI se percibe cierta indiferencia y rechazo a personas judías o descendientes de ellas, pero claro está, que este tipo de discriminación no solo es hacia estas personas, sino en todo tipo de discriminación. Han pasado muchos años de aquellos atropellos contra la humanidad, han pasado muchos presidentes, cancilleres, congresistas, mandatarios y demás en nuestro país, pero lo cierto es que no hemos cambiado la mentalidad ni actitud hacia determinado tipo de personas. Sería bueno que libros como "La Estación Final" se difundieran más, llegue a más personas y sobretodo niños para poder empezar el verdadero cambio, donde la sociedad no se rija por los reconres del pasado.
sábado, 12 de junio de 2010
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